Límites en casa ¿cómo los aplico?

En cuestión de establecer normas o límites a nuestros hijos, la clave es la coherencia: Primero debemos definir claramente el límite y después ser coherentes con nuestra decisión. Esto aplica para todo tipo de normas en el hogar; por ello compartimos estos consejos útiles al momento de establecer un límite: 


  •  SER OBJETIVO:  No podemos utilizar “pórtate bien", o “sé bueno en casa de los abuelos”, porque estos límites son ambiguos; es mucho mejor decir: “No hables con volumen fuerte en casa de los abuelos”, “Siempre que salgamos al parque debes tomar mi mano”; “Es importante que recojas tus juguetes todos los días y los coloques en su sitio”. Estas indicaciones son mucho más claras y concretas. 

  •  BRINDAR OPCIONES:  Es importante que, conforme a su edad, los niños vayan tomando sus propias decisiones; “¿Quieres elegir tu ropa de hoy o yo lo hago?”, “Tienes una hora para ver televisión, ¿Qué quieres mirar?”, “¿Quieres comer zanahorias o espinacas?”. 

  •  SER FIRME:  No necesitas gritar, utiliza un tono de voz firme y sereno y un gesto serio. “Ve a tu habitación ahora.”

  •  USAR REFUERZOS POSITIVOS:  Es mejor decir “habla más bajo” a decir “no grites”, o “camina con cuidado” a “no corras”. 

  •  GUARDAR DISTANCIAS:  Puede haber conflictos entre tus hijos y las normas, pero no tienen que dirigir su frustración hacia ti: “Son las 8 y debes ir a dormir”, acompañado de un señalamiento al reloj dirige el “conflicto” al reloj. 


Lo más importante es que te encuentres en control de tus emociones: Los investigadores señalan que cuando los padres están muy enojados castigan más seriamente y son más propensos a ser verbalmente y/o físicamente abusivos con sus niños. 


Procura siempre llevar a cabo el señalamiento de límites en un estado de ánimo sereno, si te encuentras alterado, lo mejor es que te tomes unos minutos para reconocer tus emociones y manejarlas, antes de “lanzarlas” contra tus hijos.


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